Risedronato reduce a la mitad el riesgo de fractura de cadera si se compara con el alendronato en el primer año de tratamiento, según un estudio
Los datos de un estudio retrospectivo en más de 33.000 mujeres posmenopáusicas muestran que, entre pacientes a las que se prescribe por primera vez uno de los dos tratamientos para osteoporosis más utilizados, las pacientes que tomaron risedronato sódico tenían aproximadamente la mitad de posibilidades de sufrir una fractura de cadera que aquellas que tomaron alendronato en el primer año de tratamiento.
El estudio REAL (RisedronatE, and ALendronate cohort study), incluyó a 33.830 mujeres tratadas por primera vez con dosis semanales de risedronato o alendronato en la práctica médica habitual. Los resultados mostraron que a los seis meses las pacientes que tomaban risedronato tuvieron un 46 por ciento menos (p=0,02) de incidencia en fractura de cadera comparado con pacientes que tomaban alendronato. A los doce meses se observaron resultados similares: con risedronato el riesgo de fractura de cadera disminuyó un 43 por ciento (p=0,01) comparado con alendronato.
En el estudio se identificaron mujeres a partir de 65 años que tomaban por primera vez bifosfonatos en dosis semanal, tanto risedronato de 35 mg (n=12.215) o alendronato de 35 mg o 70 mg (n=21.615). Las pacientes tenían que tener una historia médica de al menos seis meses antes del inicio del tratamiento y se les hizo un seguimiento de 12 meses después del inicio del tratamiento con bifosfonatos para calcular, a los seis y a los 12 meses, la incidencia de fracturas tanto de cadera como de muñeca, clavícula, húmero, pelvis y piernas. Se usaron métodos estadísticos estándares para comparar la incidencia de las fracturas entre los grupos de risedronato y alendronato.
Las pacientes tratadas con risedronato tuvieron una menor incidencia de fracturas de cadera de 46 por ciento (p=0,02) y un 43 por ciento (p=0,01) menos que las pacientes tratadas con alendronato, a los 6 y a los 12 meses de iniciar el tratamiento, respectivamente.
Con respecto a las fracturas no vertebrales, las pacientes que tomaron risedronato tuvieron un 19 por ciento (p=0,05) y un 18 por ciento (p=0,03) menos de incidencia de fracturas no vertebrales que las que tomaron alendronato a los 6 y 12 meses, respectivamente.
El estudio REAL reafirma los resultados de los ensayos clínicos controlados demostrando que Acrel® ejerce una rápida puesta en marcha de la protección frente a fracturas, observada desde los seis meses posteriores al inicio del tratamiento en fracturas no vertebrales.
Elevados costes sanitarios
Actualmente se producen aproximadamente 1.600.000 fracturas de cadera al año en el mundo, lo que supone unos costes sanitarios anuales de 104.000 millones de euros en el mundo. Entre las pacientes mayores de 65 años que sufren una fractura de cadera, aproximadamente una de cada cinco, morirá durante el año siguiente y el 40 por ciento será incapaz de caminar de modo autónomo un año más tarde.
Pierre Delmas, profesor de la Universidad Claude Bernard de Lyon, asegura que "el rápido efecto en la reducción de fracturas observado en este estudio entre las pacientes que tomaron risedronato es consecuente con los resultados de ensayos clínicos controlados con risedronato". Y prosigue: "la rápida protección frente a fracturas implica que menos pacientes sufrirán las consecuencias devastadoras de una fractura osteoporótica, ayudando tanto a preservar la calidad de vida de los pacientes como a reducir la carga económica sanitaria".